El universo como lo conocemos es representado en la física cuántica como un espacio multidimensional, donde el tiempo se abre a un infinito. La partícula mínima es un quantum, no somos masa, solo somos energía en un constante movimiento. Cada acción genera reacciones no solo en esta realidad, sino en muchas realidades.
Este artefacto de abstracción de un espacio cuántico brinda la posibilidad de ver una multiplicidad de dimensiones por medio de espejos rotos, donde se evidencian las reacciones en esta y muchas otras realidades. Las luces representan el concepto de que todos somos energía. El movimiento automático de las luces representa que el universo está en un constante movimiento, donde se crean acciones y reacciones. Las luces con tecnología de fibra óptica buscan evidenciar como todo está conectado y al reflejarse en los espejos se interpreta como las conexiones que hay con las otras realidades.
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